Sin embargo cuando la memoria está encargada a la página escrita, al video o al audio, muchas veces pierde su especificidad y los elementos de interacción directa que el cuento directo tiene. La “Teca a Primo Levi” intenta introducir una idea “SELECTIVA” y minimalista de monumentalidad, que conceda la narración del sobrevivido exigiendo de parte del espectador el espacio interior de una escucha recogida, que el silencio simboliza y propicia.
El libro está abierto a las páginas que cuentan el dolor y la angustia de la narración sin escucha, un dolor capaz de superar por intensidad la experiencia en sí de la reclusión en los campos de exterminio nazistas.
Este proyecto quiere reflexionar sobre la creación de una instalación que sepa exigir del espectador la escucha es una forma para evitar la perpetuación del dolor de la narración sin escucha.
Los neones están escondidos por un marco de metacrilato negro opaco.
Dentro de la teca está colocado el libro “Si esto es un hombre” de Primo Levi, abierto, sobre una lastra de mármol.
La teca es concebida para ser enterrada, y para encenderse solo cuando hay silencio (predominantemente en la noche), por un audio - sensor
EL FUNCIONAMIENTO
El primero estrato de cristal tiene un espesor conforme a ley. La película reflectante y la obscurecida están aplicadas sobre de un secundo cristal de vidrio temperado, porque la posición horizontal de la teca y su consecuente exposición al sol en un vidrio que no es temperado puede inducir una dilatación capaz de causa una rotura.
Los neones, escondidos de bajo del marco de metacrilato negro opaco, están bastante frías para no causar problemas térmicos.
El efecto de todos estos expedientes técnicos es una superficie totalmente obscurecida y reflectante cuando hay ruido, y una perfecta visibilidad del contenido cuando hay silencio, luego la teca esta iluminada internamente.
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